• Página pessoal de José Luis Oreiro
  • Página da Associação Keynesiana Brasileira
  • Blog da Associação Keynesiana Brasileira
  • Página do Instituto de Economia da Universidade Federal do Rio de Janeiro
  • Página da Associação Nacional dos Centros de Pós-Graduação em Economia
  • Página pessoal de Luiz Carlos Bresser-Pereira
  • Página do Levy Institute
  • Página da Associação Heterodoxa Internacional
  • Blog do grupo de pesquisa Macroeconomia Estruturalista do Desenvolvimento
  • Post Keynesian Economics Study Group
  • Economia e Complexidade
  • Página de José Roberto Afonso
  • Centro Celso Furtado
  • Departamento de Economia da Universidade de Brasilia
  • About José Luis Oreiro

José Luis Oreiro

~ Economia, Opinião e Atualidades

José Luis Oreiro

Arquivos Mensais: outubro 2022

Professor da UnB diz que é justa proposta de Lula de imposto de renda zero (Portal Vermelho, 29/10/2022)

Destacado

Posted by jlcoreiro in Eleições 2022, José Luis Oreiro, Lula: Imposto de renda zero

≈ Deixe um comentário

Tags

Eleições 2022, José Lus Oreiro, Lula: Imposto de renda zero

“O imposto de renda no Brasil é altamente regressivo, as pessoas mais pobres estão pagando mais da sua renda do que os ricos”, advertiu José Luís Oreiro

por Iram Alfaia

Publicado 29/10/2022 17:23 | Editado 29/10/2022 17:42

(Foto: Divulgação)

O professor de economia da Universidade de Brasília (UnB) José Luís Oreiro diz que a proposta do ex-presidente Lula de isentar do imposto de renda quem ganha até R$ 5 mil é fiscalmente responsável e, do ponto de vista da distribuição de renda, justa. “O imposto de renda no Brasil é altamente regressivo, as pessoas mais pobres estão pagando mais da sua renda do que os ricos”, considerou.

Na avaliação dele, o ex-presidente deve estar pensando numa alíquota adicional de imposto de renda para quem ganha R$ 30 mil. “Ele não falou isso na proposta, mas eu acredito que essa é a maneira pela qual ele vai financiar todo mundo que ganha menos de R$ 5mil”, afirmou Oreiro em entrevista ao Portal Vermelho.

De acordo com o economista, a tabela do imposto de renda está há anos sem reajuste. “Na medida que inflação vai aumentado, as rendas das pessoas, em termos nominais, vão sendo jogada cada vez mais para alíquotas mais altas do imposto de renda, mesmo não tendo um ganho real de renda”, avaliou.

Leia mais: Isenção do Imposto de Renda proposta por Lula ajudará quem mais precisa 

Para ele, trata-se de uma proposta importante e que vai ajudar a classe média dinamizando a economia, pois haverá aumento de consumo. “Isso vai ser perfeitamente financiado com a criação de uma alíquota extra de 35% sobre quem ganha quem ganha mais de R$ 30 mil por mês. Outro ponto é a criação de um imposto de renda sobre lucros e dividendos distribuídos, isso também terá que ser feito”, explicou.

Lembrou que o sistema tributário brasileiro está “muito baseado” no consumo. “Como os mais pobres são os que nais consumem alimentos, na proporção da sua renda do que os mais ricos, pagam mais impostos diretos.

Além disso, o professor esclareceu que a legislação tributária atual privilegia profissionais liberais como médicos e advogados que pagam menos imposto de renda na condição de pessoas jurídicas. “Eles são isentos do imposto de renda sobre lucros e dividendos distribuídos. Profissional liberal que recebe R$ 40 mil como pj vai pagar zero de imposto de renda”, lembrou.

José Luís Oreiro é professor de economia da UnB. Foto: Agência Câmara

Promessa não cumprida

A campanha de Lula acusa Bolsonaro de prometer o ajuste na tabela do imposto de renda e não cumprir. Com isso, as finanças das famílias brasileiras viraram um dos maiores problemas do país.

“O salário mínimo já está congelado há anos e a Saúde e a Educação se transformaram em antros de corrupção amplamente denunciados. Os impostos que a gente paga não resultam em serviços melhores: e como são caros os impostos! É por isso que Luiz Inácio Lula da Silva quer voltar: para dar fim à baderna bolsonarista, melhorar a sua vida e isentar do imposto de renda quem ganha até R$ 5 mil”, diz um trecho de nota distribuída pela campanha.

“Com a proposta de Lula, as pessoas que mais precisam vão pagar menos impostos. É tudo pensado cuidadosamente para o Brasil crescer e você crescer junto, tendo mais poder de compra, o que faz a roda da economia girar e aumentando o poder de compra de todos e todas”, completou.

A equipe do ex-presidente explicou que quem ganha até R$ 5 mil paga, por mês, R$ 368,23 de impostos retidos na fonte. “Esse é o valor que já é descontado do seu holerite. Se a gente multiplicar esse desconto por 48 vezes (12 meses em um ano, durante 4 anos), ele resulta em R$ 17.675. Ou seja: com a proposta de Lula, você vai economizar 17 mil reais ao longo do período de governo, de quatro nos”, observou.

«Bolsonaro ha destruido todas las políticas públicas en Brasil» (El Correo Español, 23/10/2022)

Destacado

Posted by jlcoreiro in El Correo Español, Eleições 2022, José Luis Oreiro, Lula Presidente

≈ Deixe um comentário

Tags

El Correo Español, Eleições 2022, Entrevista Correo Espanol, José Lus Oreiro, Lula Presidente 2022

JOSÉ LUIS DACOSTA OREIRO – PROFESOR DE ECONOMÍA EN LA UNIVERSIDAD DE BRASILIA

Posible ministro si Lula gana las elecciones, asegura que la lucha contra la inflación está en la raíz de la desindustrialización y las desigualdades que sufre el país (Link: https://www.elcorreo.com/internacional/america-latina/bolsonaro-destruido-politicas-20221022225300-ntrc.html)

José Luis Da Costa Oreiro en un momento de la entrevista en una sala de la Facultad de Económicas de la UPV en Sarriko (Bilbao) / JUAN ECHEVARRÍA

Manu Alvarez

MANU ALVAREZBilbao

Sábado, 22 octubre 2022, 22:30

Cuando le preguntas por los últimos sondeos se revuelve inquieto en la silla. Las últimas encuestas apuntan a una ligera reducción de la ventaja que Lula da Silva lleva sobre Jair Bolsonaro de cara a las elecciones presidenciales en Brasil, que tendrán su segunda y definitiva vuelta el próximo domingo. Los cinco puntos de ventaja de la primera vuelta se han convertido en cuatro en las últimas encuestas. «Va a estar reñido», asegura este economista, profesor de la Universidad de Brasilia, cuyo nombre suena como candidato a ocupar un ministerio del área económica en el Gobierno de Lula. José Luis Dacosta Oreiro, cruza el charco con frecuencia para participar como profesor en un máster de la Universidad del País Vasco, en la facultad de Económicas de Sarriko. Esta semana ha participado en esa facultad el tribunal de una tesis doctoral y ha dado a los alumnos una clase, fruto de la experiencia en su país, de plena actualidad: el riesgo de que unos tipos de interés elevados para combatir la inflación duerman el crecimiento económico.

– El debate económico ¿se ha convertido en el elemento clave de la campaña presidencial?

– Si me lo llega a preguntar hace un año le hubiese dicho que sí, pero en estos momentos no. Desde poco antes de la primera vuelta de las elecciones, hay otros temas que han cobrado protagonismo. Asuntos religiosos, acusaciones a Lula de querer cerrar las iglesias, lo cual resulta chocante porque es católico practicante, las polémicas sobre la política de género o incluso ‘fake news’ como que en las escuelas la izquierda pretende enseñar a los niños a tener sexo. Es lo que el economista Paul Krugman definió como «armas de distracción masiva». Sacas la economía del debate y lo llevas a otro sitio.

– Resulta curioso, porque es un país con problemas serios de desarrollo económico, desigualdad, pobreza…

– Efectivamente. Para una población de algo más de 211 millones de habitantes, 33 millones están en situación de pobreza y 100 millones no tienen garantizado que puedan hacer con normalidad las tres comidas diarias, desayuno almuerzo y cena. Están en inseguridad alimentaria.

 Afortunadamente el paro no es muy elevado. Está en torno al 9% y la tasa es más baja que la española.

– Sí, pero en Latinoamérica las cifras de paro son engañadoras. Hay un sector informal muy grande, que ocupa el 50% de la fuerza de trabajo.

– ¿Sector informal?

– Son las personas que no tienen un contrato de trabajo. Además, el 25% de la fuerza de trabajo son autónomos con un formato de supervivencia.

– Hay muchas voces que alertan también sobre el riesgo de un gasto público desmedido en manos de Lula, que puede provocar las reticencias del sector financiero y con ello la dificultad para financiar el endeudamiento.

– En realidad creo que lo que sucede es que cuando los periodistas buscan una opinión sobre economía recurren mucho a los economistas de la banca…

Reforma fiscal

– En el debate de estas elecciones también ha aparecido algo que en España es recurrente. La necesidad de una reforma fiscal.

– En nuestro caso es porque tenemos una reforma pendiente desde hace veinte años. La industria paga muchísimos impuestos. El 47% de la imposición indirecta es aportada por la industria. Junto a ello, el Impuesto sobre la Renta es absolutamente regresivo. Hace diez años que la tabla no se ajusta a la inflación y los profesionales liberales pueden escudarse tras una sociedad mercantil, con una presión fiscal muy baja. En la actualidad, quienes más pagan en Brasil son los funcionarios públicos. Yo lo soy y pago aproximadamente el 50% de mis ingresos, frente a una carga tributaria general en Brasil del 33%. Conozco gente que gana diez veces más que yo con una carga inferior.

– ¿Cuál es la herencia del Gobierno de Bolsonaro en su opinión?

– Bolsonaro ha destruido todas las políticas públicas en nuestro país. La fiscalización en la Amazonía; la sanidad pública en la que incluso se ha abandonada la vacunación obligatoria contra la polio; una reducción del 90% en el presupuesto de ciencia tecnología. A donde mires, es un desastre.

Oposición a lula

«Hay una clase media que no perdona haber perdido el privilegio de contratar barato»

La población

«33 millones de personas viven en la pobreza y 100 en la inseguridad alimentaria»

Impuestos

«En Brasil el que paga más impuestos es el funcionario. Tenemos una reforma pendiente»

– La desigualdad ¿es el principal problema del país?

– Hay dos problemas unidos, la desigualdad social y la desindustrialización prematura. En 1980 la producción industrial era igual a la de China, India y Corea del Sur. Teníamos el parque industrial más desarrollado de los países en desarrollo. Y desde entonces no ha dejado de disminuir. Cuando pierdes industria pierdes el sector que paga los salarios más altos y eso ha dejado a mucha gente en subsistencia. Vendiendo cosas en los semáforos, pidiendo limosna. Ahora incluso en Brasili, que es nuestro Versalles, hay gente viviendo en la calle.

– ¿Cuál es su fórmula para intentar superar esa situación?

– Invertir en formación y apoyar la reindustrialización del país.

– Y esa desindustrialización ¿por qué se ha producido?

– Ha sido por esa trampa de reducir la inflación pero a cambio de una tasa de cambio a corto plazo muy alta, que en algunos años ha llegado al 25% y una tasa de cambio con la moneda muy sobrevaluada, combinada con la liberalización comercial. Cualquier inversor pudiendo ganar el 10% prestándole dinero al Gobierno no arriesga en una empresa.

Pérdida de privilegios

– Voy a volver al principio de la entrevista. Los votos de la izquierda y la derecha se reparten más o menos en dos mitades. ¿A qué se debe un reparto de este tipo con más de la mitad de la población en dificultades?

– Hay varias razones. La primera es el efecto ante Partido de los Trabajadores, como consecuencia de la corrupción. Lula ha sido absuelto y no se ha podido demostrar que tuviese participación en ello, pero corrupción hubo. La segunda es el alza de la iglesia evangelista, que transmite un mensaje curioso: hay que ganarse a Dios para convertirse en rico. Eso, además de relegar a la mujer a un segundo plano o no aceptar la homoxesualidad. Mire, el 10% de la población brasileña cree que la tierra es plana, no le digo más. Y hay una tercera razón… peor es bastante duro de contar.

– Anímese, hágalo.

– Brasil fue el último país del mundo en abolir el esclavismo y eso ha dejado un cierto poso en la sociedad. Amplias capas de la población a las que podemos identificar como clase media, profesionales o empleados con salarios aceptables, siempre han tenido servicio doméstico interno. Incluso es lo habitual que todos los edificios de viviendas tengan un portero, cuando ustedes en España tienen porteros automáticos. Pues bien, en el anterior Gobierno de Lula hubo un importante aumento del salario mínimo y muchas de esas familias ahora ya no pueden disponer de servicio doméstico en las mismas condiciones. Puede parecer curioso, pero eso ha generado un sentimiento de esa parte de la población ante Lula porque consideran que les ha quitado algo.

Dacosta afirma que con Lula habrá «riesgo cero de un Gobierno comunista» en Brasil/juan echevarría

Dacosta afirma que con Lula habrá «riesgo cero de un Gobierno comunista» en Brasil / JUAN ECHEVARRÍA

El hijo de un gallego a las puertas de un ministerio

JUAN ECHEVARRÍA

Es hijo de un gallego, nacido en Mazaricos, una población de La Coruña, que en 1954 emigro junto a un hermano a Brasil, mientras que otro lo hacía a Alemania. Su madre es portuguesa y sus progenitores se conocieron en Brasil, donde nació, para ya en la juventud encaminar sus pasos en la senda académica de la economía.

– Su nombre suena como candidato a ocupar el cargo de ministro de Economía en el caso de que Lula gane las elecciones.

– (Sonríe) Puede ser pero eso nunca se sabe. En realidad un ministerio en el área económica, porque la idea de Lula es volver a separar lo que Bolsonaro unió en el Ministerio de Economía, en el que unificó Hacienda, Planificación, trabajo y Desarrollo e Industria. Ya le puedo anticipar que de Hacienda no será ministro porque ahí se necesita un político, no un tecnócrata como yo.

– ¿Un político en Hacienda?

– Sí, en este caso está justificado. Lula se va a encontrar con el parlamento más de derechas de la historia de Brasil. Eso va a exigir a un político para negociar cuestiones fundamentales, como el presupuesto. Y un tecnócrata en medio de políticos aguanta poco…

– ¿Es mejor una voz o varias en un Gobierno discutiendo sobre medidas económicas?

– Tradicionalmente en Brasil el Ministerio de Hacienda siempre ha sido más ortodoxo y el de planificación más desarrollista. El estilo de Lula es muy peculiar porque él adora la contradicción en el debate de las ideas. Esto es, cuando hay una medida en estudio llama a una persona y escucha. Luego llama a otra y le escucha. Y así hasta que tiene todos los argumentos a favor y en contra. Y luego decide. Es un tipo muy inteligente.

– Si uno repasa el programa electoral de Lula y de los partidos que le respaldan en su intento de vuelta a la presidencia, puede pensar que está ante una copia exacta de lo que está haciendo Pedro Sánchez en España. Ayudas a familias, aumento de impuestos, incremento del gasto público, reforma laboral…

– Es cierto. En estos momentos en Brasil la acusación fácil contra Lula es decir que es un comunista.

– Bueno, la radicalización lleva a este tipo de cosas. En España cualquier que verbaliza alguna crítica contra el Gobierno es acusado de ser fascista.

– Pues en lo que hace referencia al Gobierno de Brasil puedo asegurarle que jamás ha estado más lejos de caer en una tentación comunista. Lula es católico y el vicepresidente que ha elegido para acompañarle, Geraldo Alckmin, es del Opus Dei. Ya le digo, riesgo cero de un Gobierno comunista.

“Reeleição de Bolsonaro seria a destruição do país”, afirma Oreiro (Hora do Povo, 12/10/2022)

Destacado

Posted by jlcoreiro in Debate macroeconômico, Desastre econômico do governo Bolsonaro, Desindustrialização prematura, José Luis Oreiro

≈ 1 comentário

Tags

Debate Macroeconômico, Desastre econômico do governo Bolsonaro, Desindusitralização, José Luis Oreiro

“Se o Brasil não se industrializar estaremos condenados à pobreza”, afirma i economista José Luis Oreiro. Reprodução Youtube

“Bolsonaro não tem nenhum projeto de país. Ele mostrou isso em quatro anos”, afirma o economista e professor da UnB

O economista José Luis Oreiro afirmou que uma eventual continuidade do governo Bolsonaro seria “um desastre” para o país. “Bolsonaro não tem nenhum projeto de país. Ele mostrou isso em quatro anos”, disse em entrevista ao HP.

“Quando a gente olha o conjunto da obra, a gente observa que o crescimento da economia brasileira durante o governo Bolsonaro foi pífio. O Brasil teve um crescimento muito ruim, na média de 1% nesse período do governo Bolsonaro. Um por cento ao ano, na média, isso considerando que o crescimento de 2022 deve ser em torno de 2%. Um por cento ao ano de crescimento médio é 0,2% de crescimento da renda per capita. Com 0,2% de crescimento da renda per capita vai levar exatamente 144 anos para o Brasil dobrar a sua renda per capita. Então, o desempenho econômico é pífio”, avalia o professor do Departamento de Economia da Universidade de Brasília (UnB).

O economista também ressalta que “a indústria de transformação está com percentual mais baixo no PIB desde 1947 e, note lá, continuou caindo no governo Bolsonaro que não fez nada pela indústria”, destacou. “O nosso processo de desindustrialização prematura continuou de vento em popa com o governo Bolsonaro, que não está minimamente preocupado com a indústria”. “Nós temos um Presidente da República que não se importa com a Educação, que não se importa com a Ciência e Tecnologia, que não se importa com a desindustrialização, que não se importa com a preservação do meio ambiente. Ou seja, não se importa com nada. Se Bolsonaro for reeleito, é a destruição do país”.

O professor Oreiro declarou que a vitória do ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva significará “a vitória da civilização contra a barbárie” e afirmou que, na questão econômica, o governo Lula e Alckmin precisa “se comprometer com uma agenda de reindustrialização do país ao estilo do plano de metas do Juscelino Kubitschek. Fora da indústria não há salvação. Se o Brasil não se industrializar estaremos condenados à pobreza. Essa tem que ser a agenda número um do governo”, defendeu Oreiro.

Leia a entrevista na íntegra.

HORA DO POVO – O governo Bolsonaro alega que com seu governo a economia do país está indo bem. Qual a sua avaliação sobre o atual quadro econômico do Brasil?

JOSÉ LUIS OREIRO – Quando a gente olha o conjunto da obra – o governo Bolsonaro começou em 2019 -, a gente observa que o crescimento da economia brasileira durante o governo Bolsonaro foi pífio. Foi mais baixo do que no governo de Michel Temer, que por sua vez foi mais baixo que no governo Dilma Rousseff, que por sua vez foi muito mais baixo que o governo Lula. Isso apesar da reforma da Previdência, que diziam que ia fazer e acontecer, etc, etc. O Brasil teve um crescimento muito ruim, na média, de 1% nesse período do governo Bolsonaro. Um por cento ao ano, na média, isso considerando que o crescimento de 2022 deve ser em torno de 2%. Um por cento ao ano de crescimento médio é 0,2% de crescimento da renda per capita. Com 0,2% de crescimento da renda per capita vai levar exatamente 144 anos para o Brasil dobrar a sua renda per capita. Então, o desempenho econômico é pífio.

“O Brasil teve um crescimento muito ruim, na média, de 1% nesse período do governo Bolsonaro. Um por cento ao ano de crescimento médio é 0,2% de crescimento da renda per capita. Um desempenho econômico pífio”

O problema é que o governo Bolsonaro está explorando os últimos três ou quatro meses em que a inflação caiu, devido às medidas eleitoreiras e insustentáveis que o governo Bolsonaro adotou, como, por exemplo, a redução do ICMS sobre os combustíveis, a redução do IPI sobre Combustíveis e também sobre eletricidade. Quer dizer, só a redução dos impostos estaduais e federais custa por ano mais de R$ 150 bilhões, evidente que esse dinheiro vai ter que ser devolvido aos Estados no ano que vem. Os Estados não podem ficar sem essa arrecadação. Então, é uma medida puramente eleitoreira. Quando a gente soma essa redução de impostos, não é possível mantê-la, é exatamente o mesmo erro que nós vimos lá em 2013, no governo Dilma Rousseff. Então, Bolsonaro está se comportando igualzinho a Dilma. Quando a gente soma isto (a redução de impostos) com o Auxílio Brasil de R$ 600 até dezembro, você dá um estímulo fiscal importante para a economia. E, por fim, a guerra da Ucrânia, para o Brasil não está sendo ruim, porque o Brasil é um exportador de commodities, principalmente de soja e de carne, e com a guerra da Ucrânia os preços dessas commodities aumentaram, o que gerou mais renda para o agronegócio. Então, esses últimos seis meses foram de boas notícias para a economia, mas isso não é mérito do governo Bolsonaro, pelo contrário, é uma melhoria artificial da situação econômica, cujo objetivo é apenas reeleger o Bolsonaro. Nesse aspecto é similar à reeleição de Fernando Henrique em 1998, segurou o câmbio até ganhar as eleições, depois que ele ganhou as eleições soltou o câmbio. A mesma coisa vai acontecer com os preços dos combustíveis.

“Bolsonaro nunca gostou de pobre, ele odeia pobre. Só aumentou de R$ 400 para R$ 600 para ver se tirava um pouco da vantagem do Lula no Nordeste, é só isso”

Se Bolsonaro ganhar as eleições, o que eu acho muito pouco provável, o que vai acontecer? No ano que vem vai voltar tudo o que era dantes na terra de Abrantes. Ou seja, a gasolina vai voltar a R$ 7, os alimentos vão voltar a subir, e ele vai manter o Auxílio Brasil em R$ 400, ele não vai aumentar para R$ 600. Ele não tem nenhuma razão para aumentar para R$ 600, Bolsonaro nunca gostou de pobre, ele odeia pobre. Só aumentou de R$ 400 para R$ 600 para ver se tirava um pouco da vantagem do Lula no Nordeste, é só isso. Uma vez que sacramentar o resultado, fechar as urnas, e Bolsonaro é eleito, ele vai simplesmente fazer o que sempre fez, que é não dar a mínima para os pobres.

HORA DO POVO – Em caso de uma possível vitória de Bolsonaro, quais são suas perspectivas de futuro para o Brasil e para economia?

JOSÉ LUIS OREIRO – A vitória de Bolsonaro vai ser um desastre. Por quê? Bolsonaro não tem nenhum comprometimento com a questão ambiental, pelo contrário, durante o governo Bolsonaro houve um aumento exponencial das queimadas ilegais no Brasil e isso vai continuar. Isso significa que o Brasil vai ser extensamente retaliado pela União Europeia e pelos Estados Unidos na questão ambiental. Isso significa que o agronegócio brasileiro vai sofrer um profundo baque, e não adianta a gente achar que “não, a China é nosso principal parceiro comercial”. Sim, a China é, mas a União Europeia é o segundo. Então, as sanções econômicas que vão ser adotadas pela União Europeia e pelos Estados Unidos contra o Brasil vão produzir um baque muito grande no agronegócio, e esses mesmos empresários do agronegócio que hoje acham que é melhor votar no Bolsonaro no que Lula vão chorar sangue pela escolha errada, míope e burra que estão fazendo pelo projeto de Bolsonaro, que é insustentável do ponto de vista ambiental.

Segundo ponto, Bolsonaro não tem nenhum projeto de país. Ele mostrou isso em quatro anos. A indústria de transformação está com o percentual mais baixo no PIB desde 1947 e, note lá, continuou caindo no governo Bolsonaro que não fez nada pela indústria. O Paulo Guedes (ministro da Economia) disse que ia salvar a indústria, porque ia dar um choque de redução de custos de eletricidade, etc. O que aconteceu? Nada. O nosso processo de desindustrialização prematura continuou de vento em popa com o governo Bolsonaro, que não está minimamente preocupado com a indústria. Bolsonaro não está preocupado com nada, só com seu próprio umbigo e com seus familiares, isso é a única coisa que Bolsonaro se preocupa.

Outra coisa que vai ser um desastre, vai ser a política de Ciência e Tecnologia. O orçamento da Ciência e Tecnologia foi destruído no governo Bolsonaro e agora, principalmente, em 2022 por conta do “orçamento secreto”. Para poder bancar as emendas parlamentares, o Presidente da República praticamente zerou os recursos disponíveis para o Fundo Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (FNDCT). Como que um país como o Brasil, que está muito atrasado tecnologicamente, vai conseguir se desenvolver sem ciência e tecnologia? É outro descalabro do governo Bolsonaro. Bolsonaro quer um país primitivo, pobre, atrasado, ignorante, porque só com esse país que ele consegue governar. Porque se o país for um país avançado, aberto ao exterior, etc., Bolsonaro perde, em qualquer cenário.

“Temos um Presidente da República que não se importa com a educação, que não se importa com a ciência e tecnologia, que não se importa com a desindustrialização, que não se importa com a preservação do meio ambiente”

Idem para a questão da Educação, Bolsonaro odeia a Educação, porque é uma pessoa muito pouco letrada. O que o governo Bolsonaro fez com as universidades federais é inenarrável. Quantas universidades federais o governo Bolsonaro fez? Ele só fez uma, que é a Universidade Federal de Jataí. Mas, na verdade, não é uma universidade nova. O campus de Jataí da Universidade Federal de Goiás foi convertido em uma nova Universidade, chamada de Universidade Federal de Jataí. Foi a única universidade que Bolsonaro fez. É inacreditável. Nós temos um Presidente da República que não se importa com a educação, que não se importa com a ciência e tecnologia, que não se importa com a desindustrialização, que não se importa com a preservação do meio ambiente. Ou seja, não se importa com nada. Bolsonaro, se for reeleito, é a destruição do país, é o caminho para este país se transformar numa Venezuela ou coisa pior.

HORA DO POVO – Em caso de vitória de Lula, quais são as suas perspectivas e, na sua avaliação, que medidas seriam necessárias para tirar o país da crise?

JOSÉ LUIS OREIRO – A vitória do presidente Luiz Inácio Lula da Silva significa a vitória da civilização contra a barbárie. Isso eu tenho dito desde o início do ano quando eu declarei meu voto em Lula, apesar de ter uma preferência pelo projeto de governo do candidato Ciro Gomes. Eu avaliei que esta eleição não era um plebiscito sobre o novo desenvolvimentismo, sobre as minhas ideias, mas sim um embate entre a civilização e a barbárie. Por isso, desde janeiro de 2022 eu declarei publicamente o meu voto em Luiz Inácio Lula da Silva, e agora com o vice-presidente, o ex-governador Geraldo Alckmin. Então, eu acho que esse é o primeiro significado, a vitória da civilização contra a barbárie.

“Orçamento secreto, tem que acabar, é a legalização da corrupção”

Agora não vai ser um governo fácil. O presidente Lula e o vice-presidente Geraldo Alckmin vão encontrar não só um Congresso extremamente conservador, mas um Congresso que está bem cevado com o “orçamento secreto” e isso tem que acabar, porque “orçamento secreto” é a legalização da corrupção. Isso tem que acabar. Em um ano, o orçamento secreto é muito mais dinheiro do que todas as estimativas de corrupção ocorridas ao longo de 13 anos do governo do PT.

Eu acho que o governo Lula e Alckmin vai precisar se comprometer com uma agenda de reindustrialização do país ao estilo do plano de metas do Juscelino Kubitschek. Recentemente fiz um post no meu blog fazendo propostas no sentido de reindustrialização do Brasil. Fora da indústria não há salvação. Se o Brasil não se industrializar estaremos condenados à pobreza. Essa tem que ser a agenda número um do governo.

ANTONIO ROSA

Link: https://horadopovo.com.br/reeleicao-de-bolsonaro-seria-a-destruicao-do-pais-afirma-oreiro/

Reindustrializar o Brasil para a retomada do desenvolvimento econômico com inclusão social

Destacado

Posted by jlcoreiro in Reindustrialização, Retomada do desenvolvimento econômico

≈ 1 comentário

Tags

Manifesto pró Lula-Alckmin, novo-desenvolvimentismo, Reindustrialização, Retomada do Desenvolvimento

Passado o primeiro turno das eleições presidenciais é chegado o momento do(a) eleitor(a) averiguar qual o projeto de seu candidato para o Brasil.

O maior problema do Brasil é o declínio da taxa de crescimento econômico de longo-prazo (média móvel decenal do crescimento do PIB) desde 2013, conforme podemos observar na figura abaixo.

Fonte: IPEADATA. Elaboração do autor.

A média móvel decenal (10 anos) de crescimento da economia brasileira caiu de 3,84% a.a no terceiro ano do governo Dilma Rouseff para míseros 0,29% a.a no terceiro ano do governo Bolsonaro.

A desaceleração do crescimento da economia brasileira tem início em 1977, durante o governo do General Geisel, quando a média móvel de 10 anos da taxa de crescimento atinge seu valor máximo a 8,67% a.a, caindo progressivamente até alcançar 1,64% a.a no primeiro ano do segundo mandato do Presidente Fernando Henrique Cardoso.

Durante o governo do Presidente Luis Inacio Lula da Silva observa-se uma breve aceleração do crescimento o qual passa de 2,55% a.a na média móvel decenal de 2003 para 3,53% na média móvel decenal de 2010. Essa aceleração do crescimento atinge seu zênite em 2013, no governo Dilma Rouseff, quando a média móvel decenal alcançou 3,84% a.a.

A figura acima deixa claro a olho nu que a desaceleração do crescimento da economia brasileira coincidiu com o início do seu processo de desindustrialização, ou seja, de redução da participação da indústria de transformação no PIB.

A participação da indústria de transformação no PIB em 2021, durante o governo Bolsonaro, é a mais baixa da história desde 1947, durante o governo do Marechal Dutra. Em números, em 1947 a participação da indústria de transformação era 13,06%. Em 2021 a participação da indústria de transformação havia se reduzido para 10,44%.

O Brasil está se transformando num grande fazendão, incapaz de crescer e produzir emprego e renda para uma população de mais de 210 milhões de pessoas.

A correlação entre a taxa média de crescimento decenal do PIB e a participação da indústria de transformação é de 0,75, valor alto e estatisticamente significativo.

Apenas o candidato Luis Inacio Lula da Silva tem a reindustrialização do Brasil como proposta no seu programa de governo. O candidato Bolsonaro não trata de temas econômicos, mas apenas de temais morais e religiosos para desviar o foco de atenção dos eleitores da economia, na qual seu governo foi um desastre.

Minhas sugestões para a chapa Lula-Alckimin para pôr em prática um processo de reindustrialização:

(i) Programa de Renovação da Frota de Automóveis: nas periferias das grandes cidades brasileiras, como se observa claramente nas cidades no entorno de Brasília, observa-se uma grande quantidade de automóveis em circulação com até 30 anos ou mais de uso. Ao mesmo tempo a indústria automobilística brasileira opera com elevada capacidade ociosa. O governo federal deverá implantar um programa de renovação da frota de automóveis com financiamento do BNDES e do Tesouro nacional no qual os proprietários de veículos com mais de 15 anos de uso poderão vender para as concessionárias de automóveis seus carros ao preço da tabela FIPE e comprar automóveis zero quilômetro que tenham baixa emissão de CO2. O Tesouro nacional irá pagar o valor referente ao preço do carro usado vendido e o BNDES irá financiar a diferença entre o preço de compra do carro novo e o preço de venda do carro velho. Os carros vendidos serão tirados de circulação e transformados em sucata para reciclagem dos seus componentes. Esse programa terá um triplo benefício: irá reduzir as emissões de CO2 dos veículos de passageiros, irá aumentar a produção da indústria automobilística, reduzindo assim a ociosidade da mesma e gerando empregos de qualidade e, por fim, irá aumentar o bem-estar da população que poderá usufruir de carros mais novos e mais econômicos.

(ii) Programa de Ampliação e Atualização Tecnológica do Transporte Público: Nas grandes cidades brasileiras como São Paulo, Rio de Janeiro, Brasília, etc. é notória a deficiência de transporte público, barato e de boa qualidade. Milhões de brasileiros andam todos os dias em ônibus, trens e metrôs lotados e gastam, em média, 3 horas por dia no transporte público. O governo federal deverá ter como meta reduzir à metade o número de horas gastas em transporte público nas grandes cidades entre 2023 e 2026. Para isso o BNDES deverá conceder financiamento a juros subsidiados para os governos estaduais e municipais para a ampliação e atualização tecnológica do transporte público, com prioridade para trens urbanos, BRT, VLT e metro. A realização de um grande bloco de investimentos em mobilidade urbana irá criar mercado para as indústrias produtoras de equipamento de transporte e para as empresas de engenharia civil que irão executar essas obras. Milhões de empregos poderão ser criados em 4 anos.

(iii) Programa de Geração de Energia Limpa. Atualmente 30% da produção de energia elétrica no Brasil advém de usinas térmicas que jogam CO2 na atmosfera contribuindo assim para o efeito estufa e as mudanças climáticas. O governo federal deverá ter como meta reduzir essa proporção a metade até 2026. Uma primeira medida nesse sentido seria criar um PL obrigando que todas as novas edificações, sejam para uso comercial ou residencial, deverão dispor de painéis solares para o atendimento de, pelo menos, 50% das suas necessidades energéticas. O governo federal deverá também construir usinas de painéis solares e parques eólicos para a obtenção da meta de redução da geração de eletricidade por intermédio de usinas térmicas. Por fim, um PL deverá proibir a construção de usinas térmicas movidas a carvão, mesmo que seja por parte da iniciativa privada. Tal como no item anterior a realização de um grande bloco de investimentos na produção de energia limpa irá criar demanda para indústrias produtoras de painéis solares e cataventos. Como se trata de uma indústria infante no Brasil e de interesse geral como forma de enfrentar as mudanças climáticas, o governo deverá introduzir um imposto de importação específico para esse equipamento, de maneira a estimular a substituição de importações por produção doméstica. Esse imposto deverá vigorar por um prazo de dez anos.

Verdades, contradições e mitos no “monólogo” de Samuel Pessôa (Revista Insight Inteligência, Vol. 98, outubro de 2022)

Destacado

Posted by jlcoreiro in Debate Macroeconômico, Economia e ideologia, Economia Pós-Keynesiana, José Luis Oreiro, juros e inflação, Modelo DSGE

≈ 1 comentário

Tags

Debate Macroeconômico, José Luis Oreiro, Luiz Fernando de Paula, Resposta a Samuel Pessoa, Teoria Keynesiana.

José Luis Oreiro, Professor do Departamento de Economia da UnB e pesquisador do CNPq. Coordenador do Structuralist Development Macroeconomics Research Group (SDM). 

Luiz Fernando de Paula, Professor de Economia do IE/UFRJ e do IESP/UERJ e pesquisador do CNPq e da FAPERJ. Vice-coordenador do Structuralist Development Macroeconomics Research Group (SDM). 

“A dificuldade não reside tanto em desenvolver novas ideias, mas em escapar das velhas, que se ramificam, para aqueles que foram educados como a maioria de nós, em cada canto da nossa mente.” 

J. M. Keynes, 1936, Prefácio do livro “A Teoria Geral do Emprego, do Juro e da Moeda”. 

Na edição 97 de Insight Inteligência foi publicado um artigo de Samuel Pessoa – intitulado “Monólogo com a faca entre os dentes” – fazendo uma crítica aos escritos de André Lara Rezende (doravante ALR) nos últimos anos. Samuel faz dois tipos de crítica a ALR. A primeira é de que as divergências que ALR apresenta com respeito à teoria convencional já foram totalmente absorvidas pela “fronteira do conhecimento” da “teoria convencional”. A segunda crítica é de que o entendimento de ALR à determinação da taxa de juros real não só é incompatível com a teoria tradicional, como é essencialmente equivocado. No referido artigo, Samuel faz um percurso inusitado: começa elaborando uma razoável descrição da teoria pós-keynesiana, do qual parece aceitar algumas ideias, para em seguida propor uma síntese com a teoria convencional e, finalmente, defender a abordagem convencional da teoria monetária.  

Não é nosso objetivo neste artigo defender as posições de ALR. Não temos procuração ou interesse para fazê-lo. Pretendemos com este artigo, para usar a expressão inglesa “set the record straight” (deixar as coisas em pratos limpos, numa tradução livre), a discussão econômica feita no Brasil – a qual cai constantemente em problemas como generalizações indevidas – e a construção de caricaturas das posições divergentes em debate, com o objetivo de fazer o leitor acreditar que na economia existe uma única forma correta do ponto de vista científico de abordar um determinado problema (a qual Samuel Pessoa chama de “Teoria Convencional”) e que abordagens alternativas seriam, portanto, não científicas. Nesse contexto, procuraremos aqui esclarecer quais afirmações de Samuel Pessoa no seu monólogo são corretas, quais são as mistificações a respeito da “confiança racional” (para usar uma variante do termo “peso do argumento” criado por Keynes no seu “Tratado sobre probabilidade” publicado em 1919) que os economistas têm sobre certas proposições e, por fim, mas não menos importante, checar quais afirmações feitas por Samuel Pessoa naquele artigo divergem de posições que esse autor apresenta em outras publicações na grande mídia.  

Para iniciar nossa argumentação, é necessário definir, previamente, o termo “Teoria Convencional”, algo que Samuel não faz em seu artigo, dando a entender implicitamente que seria um conceito autoevidente e que, portanto, carece de explicações adicionais. Toda e qualquer ciência começa necessariamente pela definição adequada de termos e conceitos para que haja clareza sobre as questões que serão analisadas a partir de um determinado arcabouço teórico. O termo “teoria convencional” é vago e carece de sentido. Uma teoria científica é construída, primeiramente, a partir daquilo que o economista austríaco Joseph Schumpeter chamava de “visão de mundo”, que nada mais é do que a forma pela qual o cientista, no caso em questão o economista, enxerga como o mundo funciona. Existem diversas visões de mundo. Samuel Pessoa se encaixa, salvo melhor juízo, naquilo que podemos chamar de “princípio do individualismometodológico”, ou seja, de modo que a economia deve ser analisada do ponto de vista das escolhas racionais dos indivíduos e como essas decisões são coordenadas (ou em certos casos não) por intermédio do sistema de preços de mercado. A partir dessa visão de mundo pode-se construir uma série de teorias ou “modelos” para explicar esse ou aquele aspecto do funcionamento do sistema econômico. Esse conjunto de modelos e teorias elaborados a partir desse princípio metodológico é denominado “Teoria Neoclássica” no meio acadêmico de economia.  

Atualmente, o estado da arte ou a fronteira do conhecimento da “Teoria Neoclássica” consiste no modelo de equilíbrio geral estocástico dinâmico (doravante DSGE) no qual se assume a existência de um agente representativo de todas as famílias que existem e existirão na economia até o dia do Juízo Final, e que esse agente representativo é um ser onisciente capaz de definir uma lista completa de eventos futuros ou “estados da natureza” que possam afetar os resultados de suas escolhas racionais feitas de hoje até o armagedon. Essa é uma economia na qual a moeda não é essencial, ou seja, não é necessária para o entendimento do processo de tomada de decisões dos agentes, haja vista que (i) a existência de mercados contingentes completos (a ideia implícita nesses modelos de que existe um preço cotado hoje para um guarda-chuva que será entregue em Brasília no Natal de 2568, se chover) elimina a existência de incerteza e, portanto, a demanda de moeda como estratégia defensiva, face ao contexto de tomada de decisões sob incerteza (no sentido não probabilístico); (ii) a adição da moeda a esse tipo de modelo é sempre feita de forma ad hoc, por intermédio de “atalhos”, de maneira que a sua presença ou não no modelo não afeta a natureza da posição final de equilíbrio do sistema econômico.  

Nessa classe de modelos, a taxa de juros não é o “preço da moeda”, mas sim o “preço da espera”; ou seja, quanto que o agente representativo precisa ser recompensado em termos de aumento do consumo no futuro para desistir de consumir hoje. Em outras palavras a taxa de juros expressa o preço do consumo futuro em termos do consumo presente, refletindo assim a impaciência intertemporal do agente representativo, sendo um fenômeno não monetário. Bancos centrais não podem determinar a taxa real de juros da economia, a qual é uma relação de troca entre bens hoje e bens amanhã, mas apenas a taxa de juros nominal ou, na expressão de Kaldor (1939), “a taxa própria de juros da moeda”, a qual é definida como o retorno da moeda em termos se si mesma, constituindo-se assim na relação de troca entre moeda hoje e moeda amanhã.  

Os mercados financeiros permitem ao agente representativo fazer operações de arbitragem entre a taxa de juros real e a taxa de juros monetária, alocando seus recursos entre “aplicações reais” ou “aplicações monetárias”, a depender da relação entre as taxas em consideração. Em equilíbrio, deve ser igualmente vantajoso para o indivíduo “aplicar” em bens ou moeda, ou seja, as taxas próprias de juros dos bens e da moeda devem ser iguais entre si, quando medidas na mesma unidade. Aqui entra a “identidade de Fisher”. A taxa de juros da moeda medida em termos de bens será igual a taxa de juros própria da moeda menos a taxa esperada de desvalorização da moeda frente aos bens (que é a taxa esperada de inflação). A taxa própria de juros dos bens – a taxa real de juros – é determinada, como vimos, pelas preferências intertemporais do Agente Representativo. A taxa de juros da moeda em termos de bens será igual a diferença entre a taxa própria de juros da moeda em termos de si mesma menos a taxa esperada de inflação. O Banco Central pode fixar a taxa própria de juros da moeda no nível que desejar, mas não pode alterar a taxa real de juros. Nesse contexto, a taxa nominal de juros estará indeterminada, a não ser que exista um elemento externo ao modelo que “fixe” ou ancore as expectativas de inflação. Esse elemento externo é a meta inflacionária que a autoridade monetária deve buscar atingir. Se a meta inflacionária for crível, então a taxa própria de juros da moeda será igual a diferença entre a taxa real de juros e a meta de inflação. Isso posto, no modelo neoclássico da fronteira do conhecimento, o Banco Central não tem liberdade para fixar a taxa de juros em qualquer nível, embora tenha as condições técnicas de fazê-lo, porque está restrito pela obrigação institucional de obter a meta inflacionária. Quanto maior for a meta inflacionária maior terá que ser, ceteris paribus, a taxa própria de juros da moeda para garantir a igualdade entre as taxas de retorno das aplicações em bens e moeda.i  

Uma vez apresentada o que entendemos por “teoria convencional” passemos a análise dos argumentos de Samuel. Ele afirma que a teoria convencional não só não se apoia na teoria quantitativa da moeda, como também aceita a endogeneidade da oferta de moeda. Essas afirmações são corretas. De fato, a teoria neoclássica no seu atual estado da arte admite a endogeneidade da oferta de moeda (Woodford, 2003) e, ao fazê-lo, rejeita a teoria quantitativa da moeda, que se apoia explicitamente na hipótese de moeda exógena. Samuel também afirma que a teoria convencional aceita a tese cara a assim chamada Teoria Monetária Moderna de que o governo não possui uma restrição financeira. Essa afirmação precisa ser contextualizada. Quando o governo é introduzido nos modelos DSGE é definida a assim chamada restrição orçamentária intertemporal do governo, que estabelece que o fluxo de superávits primários obtidos pelo governo de hoje até uma determinada data futura, quando trazido para valor presente, tem que ser igual ou maior do que o valor real da dívida pública hoje. Essa é uma restrição de recursos reais, que impede o governo de comprar bens e serviços de forma ilimitada, deixando uma dívida positiva para o dia do armagedon. Em outras palavras, a restrição orçamentária do governo estabelece que a dívida do governo, em termos da capacidade de compra de bens e serviços, não pode crescer para sempre.  

Essa é uma restrição de natureza intertemporal, de maneira que é per se compatível com a existência de déficits primários por um período indefinidamente longo de tempo, desde que não seja infinito. 

Mas o que acontece se o agente representativo for um político populista com tendências autoritárias que deseja se perpetuar no poder por intermédio da distribuição de benesses para os seus eleitores? Nesse caso, o valor presente do fluxo de resultados fiscais primários pode se tornar menor do que o valor real da dívida do governo no tempo presente. Desse modo, para que a restrição orçamentária do governo seja satisfeita, é necessário que a inflação se acelere de maneira a reduzir o valor real da dívida do governo no tempo presente. Daqui se segue que, com base na teoria convencional, é impossível que o governo declare moratória da dívida que ele mesmo emite, desde que esteja disposto a aceitar a taxa de inflação requerida (mais elevada) para fazer o ajuste. Aqui pode ocorrer um conflito com a meta inflacionária. Se a inflação necessária para fazer cumprir a restrição orçamentária do governo for maior do que a meta inflacionária, então o modelo estará, na linguagem matemática, sobredeterminado, ou seja, uma mesma variável (no caso a taxa de inflação) terá dois valores distintos. A forma natural de resolver a sobredeterminação é assumir que no caso de conflito entre a autoridade monetária e a autoridade fiscal, quem prevalece é a autoridade fiscal, ou seja, a meta de inflação será ajustada para o nível necessário, no atendimento da restrição orçamentária intertemporal do governo. Isso é o que a literatura neoclássica chama de dominância fiscal. Sendo assim, o governo nunca irá se defrontar com uma restrição financeira aos seus gastos, e muito menos declarar default sobre a dívida, ainda que possa ser ao custo de uma inflação maior. Portanto, a afirmação de Samuel sobre a ausência de restrição financeira na teoria convencional também está correta.  

Nossas divergências com Samuel começam pela sua interpretação do princípio da demanda efetiva. Samuel corretamente coloca que o princípio da demanda efetiva estabelece que uma relação de causalidade unidirecional do investimento para a poupança, ou seja, a poupança sempre se ajusta, por intermédio de algum mecanismo, ao volume de investimento decidido pelos empresários. O princípio da demanda efetiva foi originalmente formulado por Keynes na sua “Teoria Geral” (1936) para o curto prazo marshalliano, mas estendido para o longo prazo por Kaldor (1956) e Bortis (1997). No curto prazo, a poupança se ajusta ao investimento por intermédio de mudanças no nível de emprego dos recursos produtivos; ao passo que no longo prazo o ajuste se dá por intermédio de mudanças na distribuição de renda entre salários e lucros (Kaldor) ou na relação entre a demanda autônoma e o nível de atividade produtiva (Bortis). Nessas condições, a poupança nunca será um obstáculo para o aumento do investimento, o qual poderá ser restrito apenas pela disposição dos bancos em conceder crédito, dada a sua capacidade de criar poder de compra novo, a qual depende da sua maior ou menor preferência pela liquidez. Em outras palavras, investimento requer financiamento, que por sua vez não se confunde com poupançaii (esse ponto é assinalado pelo Samuel). 

Qual a nossa divergência com Samuel sobre o princípio da demanda efetiva? No seu artigo Samuel afirma que:  

Todos os modelos empregados pelos Bancos Centrais mundo afora atende[m] ao princípio da demanda efetiva. A causalidade é do investimento para a poupança. Não é necessária poupança prévia para financiar o investimento.  

Os modelos usados pelos bancos centrais, exceto, mais recentemente, os modelos usados pelo Banco da Inglaterra,iii se baseiam em alguma variante do modelo DSGE. Nesse modelo, a oferta de poupança é infinitamente elástica ao nível da taxa real de juros de equilíbrio, o qual é determinada pelas preferências intertemporais do agente representativo. Supondo que o investimento seja uma função inversa da taxa real de juros, então os empresários irão investir até o ponto que o retorno real dos seus projetos de investimento for igual à taxa real de juros. Nesse contexto, um aumento da “propensão a poupar” por parte do agente representativo – isto é, uma redução da sua taxa de impaciência intertemporal – levará a um aumento do investimento, invertendo assim a relação de causalidade proposta pelo princípio da demanda efetiva. Portanto, é um mito que a teoria convencional tenha incorporado o princípio da demanda efetiva.  

Samuel deixa de lado o princípio da demanda efetiva e a teoria da preferência pela liquidez quando afirma que as elevadas taxas de poupança no Japão e na China – uma vez que a previdência pública tem benefícios muito baixos, o que leva as pessoas a pouparem parte substancial da sua renda – resultam numa taxa neutra de juros baixa, que permite níveis elevados de dívida pública. Nenhuma referência se faz ao papel crucial dos bancos públicos (inclusive bancos de desenvolvimento) no financiamento de longo prazo na China, resolvendo a problemática da restrição financeira do investimento, contribuindo assim para as elevadíssimas taxas de investimento no país. Seguindo a linha de argumentação de Samuel, os países nórdicos europeus, com seus sistemas públicos previdenciários abrangentes, produziriam baixo estímulo à poupança individual, resultando numa poupança agregada baixa e uma taxa neutra de juros muito elevada! 

Outro ponto que nos chamou atenção na argumentação de Samuel foi seu reconhecimento explícito de que a indústria de transformação é o setor de atividade econômica que está sujeito a retornos crescentes de escala. Acreditamos que Samuel não se deu conta das implicações desse reconhecimento não apenas para o seu “monólogo” com ALR, mas sobre as posições que o próprio Samuel tem assumido no debate público sobre o processo de desindustrialização do país. Se a indústria de transformação estiver sujeita a retornos crescentes de escala, conforme é atestado por vasta evidência empírica (Ros, 2013, pp. 193-196), então a indústria é o motor de crescimento da economia no longo prazo (Thirwall, 2002, cap. 3), de forma que a desindustrialização tem efeito negativo sobre o processo de desenvolvimento econômico. Essa é a posição da escola novodesenvolvimentista brasileira, da qual os autores deste artigo não só fazem parte como contribuem para o seu aprimoramento teórico e empírico, chamando em particular atenção para os problemas causados pelo processo de desindustrialização precoce, como está ocorrendo no Brasil. O problema é que em matéria publicada no Valor Econômico em 25 de agosto de 2022, quando indagado sobre a importância do processo de desindustrialização, Samuel afirma que 

(…) não é bom, nem ruim, é o que o mercado produziu.  

Aqui temos uma contradição clara com o que Samuel afirma no monólogo com ALR e o que ele afirma na matéria do Valor Econômico. Retornos crescentes de escala é uma das possíveis causas de “falhas de mercado”, ou seja, situações nas quais o mercado produz uma alocação ineficiente de recursos. Sendo assim, se o mercado produziu a desindustrialização brasileira, isso não quer dizer que seja uma situação neutra do ponto de vista da alocação de recursos: o Estado poderia melhorar o bem-estar de toda a população se tivesse adotado as medidas corretas para deter o processo de desindustrialização precoce (ou seja, de países que se desindustrializam antes de atingirem um nível de renda per capita elevado).  

Contudo, nossa maior divergência com Samuel se dá por conta da seguinte afirmação feita em seu “monólogo”:  

O fato é que o modelo de determinação da taxa de juros que vigora hoje nos livros-textos representa uma síntese do pensamento neoclássico com a contribuição de Keynes.  

Aqui Samuel parece querer recuperar um velho debate na história do pensamento econômico a respeito da equivalência entre a teoria dos fundos de empréstimos (a fronteira do conhecimento da teoria neoclássica nos anos 1930) e a teoria da preferência pela liquidez.iv Essa controvérsia teve origem com Hicks (1939[1987]) para quem:  

A taxa de juros é determinada pela oferta e procura de fundos de financiamento, ou é determinada pela oferta e procura do próprio dinheiro? (…) Espero provar que não faz a menor diferença essa forma de apresentar a questão ou se seguirmos os autores que adotam no presente momento o ponto de vista contrário. Seguidas adequadamente, as duas abordagens levam aos mesmos resultados (Hicks, 1987, p. 129).  

Samuel faz uma pequena inovação com respeito à argumentação de Hicks. Em vez de afirmar que ambas as teorias levam ao mesmo resultado, Samuel afirma que na teoria tradicional o juro médio da economia é determinado pelo modelo dos fundos emprestáveis, ao passo que a preferência pela liquidez determina os prêmios que títulos de dívida de diferentes maturidades pagam com relação ao juro médio ou básico da economia.  

O primeiro problema com essa argumentação é que a estrutura dos modelos DSGE não permite o aparecimento de preferência pela liquidez, porque a liquidez só é um atributo desejável dos ativos financeiros numa situação de incerteza, ou seja, onde os agentes econômicos não são capazes de definir uma lista completa de estados da natureza que podem afetar o resultado do seu processo de tomada de decisão. Nenhum modelo DSGE pode ser construído em tais condições.  

Mas esse não é a nossa maior divergência com respeito à argumentação de Samuel. O grande problema da argumentação de Samuel é que todo o seu artigo está estruturado com base na premissa de que existe apenas uma forma cientificamente correta de abordar o tema da determinação da taxa de juros na economia. Discordamos totalmente disso. E vamos além. Iremos argumentar que a Teoria da Preferência pela Liquidez é uma forma alternativa de determinação da taxa de juros, na qual é a taxa de juros própria da moeda que determina a taxa real de juros, ao invés do contrário.  

Keynes na sua “Teoria Geral” (TG) apresentou a determinação da taxa de juros em dois níveis de agregação distintos. Nos capítulos 13 e 15 Keynes apresenta um modelo de escolha de portfólio no qual existem apenas dois ativos: moeda e títulos. Nesse contexto, a preferência pela liquidez se reduz à demanda de moeda. Para simplificar ainda mais sua argumentação, Keynes deixa de lado todos os detalhes operacionais do processo de determinação da oferta de moeda por intermédio da escolha de portfólio dos bancos comerciais, os quais ele havia apresentado no seu “Tratado sobre a Moeda” (1930), e supõe que a oferta de moeda é exógena. Trata-se de um modelo tipo “Ford T” cujo objetivo era mostrar da maneira mais clara e direta possível que a taxa de juros é determinada pela “preferência pela liquidez”, não pela “impaciência intertemporal” dos agentes econômicos. No capítulo 17 da TG, que aparentemente não foi do agrado de Samuel, Keynes apresenta um modelo mais sofisticado no qual os agentes econômicos podem escolher entre diversos ativos com base na sua taxa própria de juros, ou seja, a taxa de retorno do ativo medido em termos de si mesmo. A taxa própria de juros é uma medida do retorno total do ativo, o qual inclui os rendimentos esperados pela posse ou uso do ativo, o custo de carregamento do ativo e a facilidade com a qual o mesmo pode ser convertido em meio de pagamento se e quando o seu proprietário assim o deliberar (ou seja, o prêmio de liquidez). Dessa forma, teremos uma taxa própria de juros diferente para cada ativo existente na economia. Para que as taxas próprias de juros possam ser comparadas, é necessário que se use um denominador comum, o qual iremos supor que é a moeda. Nesse contexto, teremos que adicionar à taxa própria de juros de cada ativo a valorização ou desvalorização esperada desse ativo em termos de moeda. Feito isso, o equilíbrio de portfólio implica a equalização das taxas próprias de juros em termos de moeda.  

A moeda é um ativo sui generis porque seu rendimento esperado e seu custo de carregamento é igual a zero. A valorização ou desvalorização esperada da moeda em termos de si mesmo é também igual a zero. Sendo assim, parece irracional a manutenção de moeda, exceto para a realização de pagamentos, tal como estabelecia a velha e ultrapassada Teoria Quantitativa da Moeda. Contudo, a “visão de mundo” de Keynes é diferente da visão de mundo da Teoria Neoclássica. Se nela a liquidez é um atributo pelo qual os agentes não estão dispostos a pagar, devido a onisciência do Agente Representativo, para Keynes a liquidez é fundamental, pois a posse de ativos líquidos é uma espécie de seguro geral contra eventos não só inesperados, mas que sequer poderiam ser previstos. Como a liquidez é definida como o grau de conversibilidade de um ativo em meio de pagamento, então a moeda é o ativo que possui, por definição, a maior liquidez possível em todo o espectro de ativos.  

Mas de que forma é a taxa própria de juros da moeda que regula ou determina as taxas de retorno de todos os demais ativos da economia? Antes de responder a essa pergunta temos que concordar com Samuel que esse ponto não está adequadamente explicado por Keynes na sua “Teoria Geral” (1936). Foi no debate com os economistas neoclássicos da sua época, após a publicação da “Teoria Geral”, que Keynes deixou mais clara a natureza da sua teoria da determinação da taxa de juros. No artigo “A Teoria da Taxa de Juros”, publicado em 1937, Keynes afirma que:  

Muito resumidamente, a teoria ortodoxa mantém que as forças que determinam o valor comum da eficiência marginal dos vários ativos são independentes do dinheiro (…) e que os preços variarão até que a eficiência marginal do dinheiro, isto é, a taxa de juros, se alinhe pelo valor comum da eficiência dos outros ativos, determinada por outras forças. A minha teoria, em contrapartida, mantém que é um caso especial e que, num variado leque de casos possíveis, se passa quase o contrário, isto é, a eficiência marginal do dinheiro é determinada por forças que lhe são parcialmente apropriadas e os preços dos outros ativos se alinhem pela taxa de juros.  

Vimos anteriormente que a taxa própria de juros de um ativo medido em termos de moeda inclui a valorização ou desvalorização esperada do ativo. No longo prazo o preço esperado de um ativo reprodutível (por exemplo, máquinas e equipamentos) deverá ser igual ao preço de oferta do equipamento de capital, o qual depende da produtividade do trabalho nas indústrias produtoras de equipamento de capital e da taxa monetária de salários. O preço de oferta é, nessas condições, o preço para entrega futura do ativo. Se o ativo em consideração puder ser transacionado em mercados secundários, ainda que pouco organizados e, portanto, com baixa liquidez, então podemos definir um preço para a entrega imediata do ativo. Se o preço para entrega futura do ativo for menor do que o preço para entrega imediata, então haverá um estímulo para a produção de unidades adicionais desse ativo; do contrário, não.  

Nesse contexto, o que acontece com a economia se houver um aumento da percepção de incerteza que leve a um aumento da preferência pela liquidez dos agentes? O resultado imediato será um aumento da taxa própria de juros da moeda, produzindo um desequilíbrio com relação a taxa própria de juros dos demais ativos. Para que o equilíbrio seja restabelecido, é necessário que o preço para entrega imediata dos demais ativos caia relativamente ao preço para entrega futura, o que no caso dos bens de capital corresponde ao seu preço de oferta. Como o preço do ativo de capital para entrega futura está mais baixo do que o preço do ativo de capital para entrega imediata, não há nenhum estímulo para a produção de novas unidades de bens de capital, o que gera uma retração do investimento. Dessa forma, uma variação da taxa própria de juros da moeda terá causado uma variação da taxa própria de juros dos demais ativos. Trata-se de umarelação de causalidadeinversa a da“teoria convencional”. Logo, Samuel parece se equivocar ao afirmar que a teoria da determinação da taxa de juros, tal como apresentada nos livros texto de economia, é uma síntese entre a teoria de Keynes e a teoria neoclássica. 

Concluindo, a diferença fundamental entre a teoria pós-keynesiana e a teoria neoclássica não se encontra no processo de criação da moeda, ou seja, na elasticidade da oferta de moeda com relação à taxa de juros, dando ensejo a uma curva de oferta de moeda mais “vertical” ou mais “horizontal”, mas, sim, como procuramos mostrar neste artigo, no papel da moeda (e ativos líquidos) para o funcionamento da economia. Isso diz respeito à teoria da preferência pela liquidez e sua relação com a tomada de decisões sob condições de incerteza, que pode afetar abruptamente o estado de expectativas dos agentes, com implicações sobre as variáveis reais da economia (produto e emprego). É nesse sentido que Keynes disse que “a moeda afeta motivos e decisões dos agentes”, ou seja, é moeda é não neutra, seja no curto quanto no longo prazo. 

Bibliografia 

Bortis, H. (1997). Institutions, Behaviour and Economic Theory. Cambridge: Cambridge University Press.  

Godley e Lavoie (2007). Monetary Economics: An integrated approach to credit, money, income, production, and wealth. Londres: Palgrave Macmillan.  

Hicks (1939[1987]). Valor e Capital. São Paulo: Nova Cultural (Coleção Os Economistas).  

Kaldor, N. (1939[1960]).“Keynes´s Theory of Own-Rates of Interest”, Essays on Economic Stability and Growth. Londres: Duckworth. 

Kaldor, N. (1956). “Alternative Theories of Distribution”. Review of Economic Studies, 23, 83-100.  

Keynes, J.M. (1936[2007]). The General Theory of Employment, Interest and Money. London: Palgrave Macmillan. 

Keynes, J.M. (1937[1984]). “A teoria da taxa de juros”. In Szmrecsanyi, T. (org). Keynes. São Paulo: Editora Ática. 

Oreiro, J.L. (2001). “Taxa de Juros, Preferência pela Liquidez e Fundos de Empréstimos: uma análise crítica das tentativas de demonstração da equivalência entre as teorias dos fundos de empréstimos e de preferência pela liquidez”. Revista de Economia Política, 21(2): 304-321.  

Paula, L.F. (2013). “Financiamento, Crescimento Econômico e Funcionalidade do Sistema Financeiro: uma abordagem pós-keynesiana”. Estudos Econômicos 43(2): 363-396. 

Ros, J. (2013). Rethinking Economic Development, Growth and Institutions. Oxford: Oxford University Press.  

Thirwall, A.P. (2002). The Nature of Economic Growth: an alternative framework for understanding the performance of nations. Cheltenham: Edward Elgar.  

Woodford (2003). Interest and Prices: Foundations of a Theory of Monetary Policy. New Jersey: Princeton University Press.  

[1] Aqui cabe um esclarecimento importante sobre a relação entre a taxa de juros e a taxa de inflação. No equilíbrio de longo-prazo do modelo neoclássico a igualdade entre as taxas próprias de juros dos bens e da moeda exige que a taxa real de retorno da moeda seja igual a taxa real de juros dos bens, determinada pala impaciência intertemporal do agente representativo. Isso significa que quanto maior for a meta de inflação definida pela autoridade monetária maior será a taxa própria de juros da moeda para que essa condição de equilíbrio seja atingida. No curto-prazo, contudo, devido a existência de custos de ajustamento de preços, a economia pode operar por vários períodos em desequilíbrio. Nesse contexto, se estabelece uma relação inversa entre a taxa de juros própria da moeda e a taxa de inflação: uma elevação da taxa monetária de juros irá reduzir a taxa de inflação até que seja atingida a meta inflacionária definida pelas autoridades monetárias. Dessa forma, a relação de curto-prazo entre taxa de juros e inflação é diferente da relação de longo-prazo, algo que nem ALR e nem Samuel Pessoa percebem em suas análises.

[1] Sobre uma discussão mais aprofundada da relação entre investimento-financiamento-poupança, ver Paula (2003).

[1] Após a crise financeira internacional de 2008, o Banco da Inglaterra incorporou os modelos Keynesianos de consistência entre estoques e fluxos baseados no trabalho seminal de Godley e Lavoie (2007) no seu arsenal de modelos de previsão sobre o comportamento da economia no curto e no médio-prazo.

[1] Sobre esse debate ver Oreiro (2001).

Governo Bolsonaro: a pior média de crescimento anual do PIB desde 1999£

06 quinta-feira out 2022

Posted by jlcoreiro in Crise do Governo Bolsonaro, Crise Econômica no Brasil, Debate macroeconômico, Desastre econômico do governo Bolsonaro, Desindustrialização, Estagnação da economia brasileira, Helder Lara Ferreira Filho, José Luis Oreiro

≈ Deixe um comentário

Tags

A crise da economia brasileira, Debate Macroeconômico, desindustrialização, Helder Lara Ferreira Filho, Informativo NETCAT


£ Artigo produzido para o número de setembro do informativo NECAT (Núcleo de Estudos de Economia Catarinense) da Universidade Federal de Santa Catarina.

José Luis Oreiro[1]*

Helder Lara Ferreira-Filho**

Em 2012, quando o crescimento do Produto Interno Bruto (PIB) de 2011 foi anunciado pelo IBGE em 2,7% (posteriormente, em 2015, revisado para 3,9%), muitos o chamaram de “pibinho”. Pois bem, o resultado do PIB no segundo trimestre de 2022 foi um crescimento de 1,2%, relativamente ao trimestre imediatamente anterior. Isso fez com que houvesse revisões nas expectativas de crescimento para a economia brasileira para o ano fechado de 2022, chegando a 2,65%, segundo as expectativas de mercado no Relatório Focus do Banco Central. Seria este um motivo para comemorar, como muitos têm feito, inclusive parte daqueles que chamavam exatamente esse crescimento de “pibinho”? Será que o país estaria “voando”?       

Em primeiro lugar, não é cabível pegar os dados de crescimento de um trimestre e extrapolar para o ano todo, sendo que fatores pontuais podem fazer com que a economia de qualquer país cresça mais num trimestre do que no outro, sem que isso signifique uma aceleração da tendência de crescimento da economia no médio ou no longo prazo. Além disso, há motivos importantes para que essa aceleração no crescimento não se mostre sustentável adiante. No segundo trimestre, indústria, serviços e agropecuária registraram alta, sendo que o setor de serviços, com maior peso no PIB, puxou o resultado geral. Os serviços têm respondido à normalização das atividades com o avanço contínuo da vacinação contra a Covid e aos incentivos dados pelo governo federal neste ano eleitoral. De fato, pudemos observar a antecipação do 13º salário, a liberação de saque antecipado do FGTS, a elevação da margem do crédito consignado, a manutenção do auxílio no valor de 600 reais até o final do ano, a desoneração de produtos industrializados e a intervenção nos preços combustíveis. No entanto, os efeitos dessas medidas e da reabertura da economia se diluem com o tempo, e outros problemas vão começar a se materializar nos próximos trimestres.

Por exemplo, a alta no consumo veio acompanhada de índice recorde de inadimplência das famílias brasileiras, atingindo 79% delas, com grande parte sem conseguir pagar nem as contas de água e luz. O desemprego ainda atinge cerca de 10 milhões de brasileiros, e mesmo dentre os empregados, 40 milhões estão na informalidade e no trabalho precário. Ainda, nos próximos trimestres e em 2023, veremos os efeitos defasados da política monetária restritiva no arrefecimento da demanda. Outra questão é o quadro externo, com elevações de juros também em outros países, o que tende a levar a uma desaceleração global, o que impacta o Brasil de diversas formas, inclusive pelo canal do aumento da percepção de incerteza e da redução do preço de commodities. A percepção de incerteza pode inclusive se elevar durante as eleições e nos momentos subsequentes. Logo, enquanto vemos uma aceleração do crescimento para 2022, as expectativas para 2023 seguem se deteriorando.

Em segundo lugar, não se pode ignorar o passado. O governo Bolsonaro não começou em 2022, mas no dia primeiro de janeiro de 2019. Dessa forma, para uma melhor avaliação, é preciso verificar o conjunto da obra e sua comparação com os dados observados em períodos anteriores. Na tabela abaixo, pode-se observar a taxa média anual de crescimento real do PIB (já descontada a inflação) desde o início do segundo mandato do Presidente Fernando Henrique (1999) até o último dado disponível, que corresponde ao ano de 2021, terceiro ano do mandato do presidente Bolsonaro.

Tabela 1 – Taxa de crescimento médio por governo (1999-2021)

[2]

Fonte: Ipeadata. Elaboração dos autores.

Conforme podemos observar claramente na Tabela 1, o crescimento médio da economia Brasileira se acelera na passagem do segundo mandato do governo Fernando Henrique para o primeiro mandato do Presidente Lula. Apesar da ocorrência da maior crise da história do capitalismo desde a grande depressão de 1929, a assim chamada crise financeira internacional (2008), a economia brasileira no segundo mandato do presidente Lula (2006-2010) ganha ainda mais tração e apresenta um crescimento médio de 4,21% a.a. no período.

A desaceleração do crescimento tem início no primeiro mandato da Presidenta Dilma Rousseff, em parte resultado da crise do Euro em 2012 e do fim do boom de commodities, mas também de diversos erros na condução da política macroeconômica como as desonerações fiscais sem contrapartida, a intervenção desastrosa no setor elétrico e nos preços dos combustíveis (esse filme parece conhecido) e a tentativa de acelerar o crescimento econômico por intermédio de uma política de expansão da demanda agregada, num contexto em que a economia estava sobreaquecida e perdendo dinamismo pelo lado da oferta devido à desindustrialização prematura.

A combinação de todos esses elementos, os impactos da Lava Jato (sobre a economia, o ambiente político e a incerteza) e a crise hídrica fazem com que a economia brasileira entre em recessão no segundo semestre de 2014, o que não impede a Presidenta Dilma de se reeleger em outubro desse mesmo ano. O início do segundo mandato da Presidenta Dilma Rousseff foi caracterizado pela reversão completa na condução da política macroeconômica. Se no primeiro mandato, tanto a política fiscal como a política monetária foram, na média, expansionistas, no ano de 2015 o governo puxa todas as travas da economia ao mesmo tempo: redução de 35% do investimento público em termos reais, aumento da taxa Selic para 14% a.a. e “tarifaço”, ou seja, aumento rápido das tarifas de eletricidade e nos preços dos combustíveis. O resultado obtido, incluindo ainda efeitos da Lava Jato e da crise hídrica, foi exatamente o previsto em qualquer manual de macroeconomia: uma queda vertiginosa do PIB (-3,15%) e uma forte aceleração da inflação, a qual chega quase a 11% no final do ano.

O desastre econômico abre caminho para o impeachment da Presidenta Dilma Rousseff e a posse de Michel Temer como Presidente da República (dando fim aos 13 anos e alguns meses do governo petista). No governo Temer, a economia sai da grande recessão de 2014 a 2016, mas apresenta um crescimento médio de 1,5%, inferior ao observado no segundo mandato do governo Fernando Henrique e muito menor do que o ocorrido nos dois mandatos do Presidente Lula.

Quando Bolsonaro assume em primeiro de janeiro de 2019, a economia brasileira não se encontrava mais em recessão, embora estivesse crescendo a um ritmo médio muito inferior ao observado no período 1999-2010. Mesmo assim, no ano de 2019 a economia brasileira apresenta um crescimento de apenas 0,97%, desacelerando frente ao período anterior. A tendência de desaceleração continuava no início de 2020, de acordo com os dados de atividade antecipados pelo Banco Central para os meses de janeiro e de fevereiro de 2020, anteriores à pandemia.

Em março de 2020, a Organização Mundial de Saúde decreta estado de Pandemia de Covid-19. Medidas de restrição à mobilidade social (embora malvistas pelo governo brasileiro) foram adotadas em todos os países civilizados, dada a incerteza quanto ao vírus e a ausência de tratamento efetivo e de vacinas naquele momento.  Graças à iniciativa do Congresso Nacional, foi aprovada uma Emenda Constitucional que viabilizou o pagamento de um Auxílio Emergencial de R$ 600,00 por três meses para 66 milhões de pessoas. Essa medida amorteceu o impacto das medidas de distanciamento social sobre o PIB, o qual apresentou uma queda de “apenas” 3,74% em 2020.

Em 31 de dezembro de 2020, expirou o “estado de calamidade pública”, o qual permitiu o pagamento do auxílio emergencial ao longo daquele ano. Mesmo com o contágio e as mortes por causa da Covid-19 ainda elevadas no Brasil e no mundo, o governo não solicitou prorrogação do estado de emergência. Nos 6 meses seguintes, o Brasil iria registrar mais de 400 mil mortes por conta do Covid-19, o dobro do que registrou no ano anterior, mesmo que em 2021 as vacinas estivessem amplamente disponíveis.

Retornemos à economia. Após um tombo de quase 4% em 2020, tendo sido aprovada em 2019 a Reforma da Previdência, muitos analistas apostavam não só numa recuperação em V da economia, como ainda na retomada do crescimento econômico. Não foi o que ocorreu. A economia recuperou o que havia perdido em 2020, mas nada mais além disso. Na média do período 2019-2021, o crescimento do PIB foi de somente 0,52% a.a., patamar inferior ao observado no primeiro ano do governo Bolsonaro, o qual já havia sido menor do que o observado na média do período de governo de Michel Temer.

Mesmo absorvendo os dados deste ano, apesar do crescimento de 1,2% no segundo trimestre de 2022, o PIB brasileiro ainda se encontra 0,3 p.p. abaixo do pico da série histórica, ocorrido no primeiro trimestre de 2014, durante a gestão da Presidenta Dilma Rouseff. Isso para não falar da queda no PIB per capita, sendo que a população cresceu nesse período entre 2014 e 2022. Apesar de todas as reformas feitas nos governos Temer (Teto de gastos, reforma trabalhista, reformulação do BNDES, etc.) e Bolsonaro (Previdência, marcos regulatórios, dentre outros), o fato é que a economia brasileira é menor do que era no início de 2014, o que deixa evidente o fracasso da política econômica desde então. Enfim, se for alegada apenas a Covid-19 como justificativa para o desempenho ruim do atual governo, devemos relembrar da maior crise mundial desde 1929 ocorrida durante o Governo Lula e as diversas crises durante o governo FHC. Finalmente, de acordo com levantamento do economistas Sérgio Gobetti, a partir de dados do Fundo Monetário Internacional (FMI), numa amostra de 50 países, o Brasil apresentou trigésima segunda posição dentre as taxas de crescimento no período 2019-2021. Respondendo à pergunta inicial do texto: não, nada temos a comemorar.


* É Professor associado do Departamento de Economia da Universidade de Brasília (UnB), professor do Programa de Pós-Graduação em Economia da Universidade do País Basco (Bilbao, Espanha), pesquisador Nível I do CNPq e líder do grupo de pesquisa Macroeconomia Estruturalista do Desenvolvimento (www.sdmrg.com). Contato: joreiro@unb.br. Página pessoal: www.joseluisoreiro.com.br.

** É mestre em economia pela Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG) e doutorando em economia pela Universidade de Brasília (UnB). Opiniões pessoais, não institucionais. Contato: helder.laferf@gmail.com.

[2] Na elaboração dessa tabela, o ano de 2016 foi excluído do cálculo das médias por ter sido um ano atípico em que o Brasil teve dois Presidentes: Dilma Rouseff (até abril de 2016) e Michel Temer (de maio a dezembro de 2016).

Projeto fazendão versus Plano de Metas à la JK. Eleições 2022 e a economia em disputa. Entrevista especial com José Luis Oreiro (Instituto Humanitas Unisinos, 05/10/2022)

05 quarta-feira out 2022

Posted by jlcoreiro in Como retomar o desenvolvimento econômico?, Crise da Democracia Brasileira, Debate macroeconômico, Desastre econômico do governo Bolsonaro, Desenvolvimento econômico, Desindustrialização prematura, Eleições 2022, Enteguismo Bolsonarista, Erros de Paulo Guedes, Estagnação da economia brasileira, Genocidio Bolsonarista, Governo Bolsonaro, Governo genocida, José Luis Oreiro

≈ 1 comentário

Tags

A crise da economia brasileira, Debate Macroeconômico, desindustrialização, José Luis Oreiro

Nem o “austericídio” nem a “porra-louquice”. O desafio é buscar um meio-termo para enfrentar os desafios econômicos e sociais do país, afirma o economista

Por: Patricia Fachin | 05 Outubro 2022

A expressiva votação que o ex-presidente Lula obteve no primeiro turno das eleições presidenciais deste ano, 48,4% contra 43,2% do atual presidente Bolsonaro, indica que “há uma parcela bastante significativa da população brasileira que sente saudades da época dos governos dele” e, portanto, “se expressou pela questão econômica”, avalia o economista José Luis Oreiro, ao comentar o resultado eleitoral do último domingo.

Na entrevista a seguir, concedida por telefone ao Instituto Humanitas Unisinos – IHU, Oreiro discorre sobre os desafios em torno de um possível novo mandato do ex-presidente. “A última coisa que o presidente Lula vai precisar no início do ano que vem é de turbulência nos mercados financeiros. Então, ele vai ter que fazer o seguinte malabarismo: tirar o teto de gastos porque com ele é impossível fazer qualquer política econômica, de assistência social e de industrialização no país hoje, mas o teto de gastos tem que ser retirado de uma maneira que se coloque alguma outra regra fiscal que dê credibilidade ao governo de que a relação dívida pública/PIB não vai explodir no médio e longo prazo. Então, vai ter que haver uma conversa muito bem feita com as instituições do mercado financeiro para que não se imploda o governo nos primeiros meses. Esse é o principal desafio. Repito: o teto de gastos tem que sair, mas alguma coisa tem que ser posta no lugar”, assegura.

Segundo ele, em termos econômicos, a reeleição do presidente Bolsonaro significa a continuidade do “projeto fazendão”, que consiste em “transformar o Brasil em uma grande fazenda de soja, de frango, uma mina a céu aberto”, a fim de “transferir a riqueza que existe no país para o estrangeiro”. Já um novo governo Lula, que anos anteriores também apostou no Brasil como grande celeiro do mundo, a perspectiva, acentua, é “a vitória da civilização contra a barbárie” e, em termos econômicos, “a chance de retomarmos a trajetória de desenvolvimento econômico”, não aos moldes de um PAC-2 sustentável, mas de um “Plano de Metas à la Juscelino Kubitschek”.

José Oreiro (Foto: FGV)

José Luis Oreiro é graduado em Ciências Econômicas pela Universidade Federal do Rio de Janeiro – UFRJ, possui mestrado em Economia pela Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro – PUC-Rio e doutorado em Economia da Indústria e da Tecnologia pela UFRJ. É professor associado do Departamento de Economia da Universidade de Brasília – UnB e professor doutorado em Integração Econômica da Universidade do País Basco, Espanha. Entre suas obras, destacamos: Macroeconomia do desenvolvimento: uma perspectiva keynesiana (publicado pela LTC em 2016) e Macrodinâmica pós-keynesiana: crescimento e distribuição de renda (Alta Books, 2018).

Confira a entrevista.

IHU – Que Brasil se expressa no resultado das eleições deste domingo?

José Luis Oreiro – Um país dividido. O ex-presidente Lula conseguiu quase 50% dos votos válidos, ou seja, há uma parcela bastante significativa da população brasileira que sente saudades da época dos governos dele. Essa população, majoritariamente, está votando para retornar àquele nível de vida que tinha na época do governo do ex-presidente. Essa população se expressou pela questão econômica porque vê que a situação econômica, para ela, é muito pior hoje do que era na época do PT.

Outra parte da população optou por um voto – não sei se ideológico seria a palavra correta – que mistura valores, religião e antipetismo. Ou seja, não é um voto econômico. Bolsonaro obteve um voto fundamentalmente religioso, que expressa a força das igrejas neopentecostais. Temos relatos de como alguns pastores influenciaram os votos dos fiéis no primeiro turno. Tem também o antipetismo; ele ainda existe. A migração dos votos do Ciro para Bolsonaro também é um voto antipetista. É um conjunto mais difuso daquilo que o economista Paul Krugman chama de “arma de distração de massa”. Ou seja, coisas que não estão relacionadas à economia, mas que são colocadas na eleição para atrair eleitores que, em tese, deveriam estar votando mais à esquerda, ou seja, com Lula, mas acabam votando na direita porque não conseguem associar que a direita não favorece seus interesses econômicos.

Lula conseguiu quase 50% dos votos válidos… há uma parcela bastante significativa da população brasileira que sente saudades da época dos governos dele – José Luis Oreiro Tweet

IHU – Quais são as luzes que se revelam a partir do resultado das urnas?

José Luis Oreiro – Faltou muito pouco para Lula vencer no primeiro turno. Na verdade, faltou menos de dois milhões de votos. Ele está com 48,4% dos votos e Bolsonaro, com 43,2%. Quer dizer, ao que tudo indica Bolsonaro só conseguiu adiar a derrota. É óbvio que ainda tem muita água para rolar, mas acredito que o apoio de Simone Tebet ao Lula vai ser importante para sacramentar a vitória do ex-presidente no segundo turno, a qual, a meu ver, é absolutamente necessária para preservar a democracia no Brasil. Se Bolsonaro ganhar, com esse Congresso eleito, temo pelo estado democrático e pelo estado laico.

IHU – Alguns analistas têm destacado a força da extrema-direita e do bolsonarismo, mas o percentual de votos conquistado pelo ex-presidente Lula é impressionante, considerando os últimos fatos políticos. Como avalia o resultado do primeiro turno em relação a esse ponto?

José Luis Oreiro – Pensemos da seguinte maneira: em 2018, Lula estava preso, saiu da cadeia, conseguiu rever seus direitos políticos e conseguiu, no primeiro turno de 2022, quase o mesmo percentual de votos que Bolsonaro obteve no segundo turno de 2018. Naquela época, Bolsonaro teve 57 milhões e 800 mil votos. Lula teve agora 57 milhões e 200 mil votos. Então, realmente é impressionante o nome do ex-presidente Lula.

Outra coisa que não deve ser desconsiderada é que o presidente Bolsonaro tem a máquina na mão e utilizou todos os artifícios possíveis para alavancar a sua popularidade nos últimos meses. Estou falando do Auxílio Brasil, que ele aumentou de 400 para 600 reais, do preço da gasolina, que foi reduzido e do orçamento secreto, que certamente está por trás de boa parte do sucesso dos candidatos bolsonaristas nas eleições para a Câmara dos Deputados e para o Senado. Apesar de todo o vento contrário, o presidente Lula praticamente liquidou no primeiro turno; considero realmente uma grande vitória.

Apesar de todo o vento contrário, o presidente Lula praticamente liquidou no primeiro turno; considero realmente uma grande vitória – José Luis Oreiro Tweet

IHU – De outro lado, quais são as sombras que aparecem a partir dessas eleições?

José Luis Oreiro – O ponto mais negativo da eleição foi a transferência de votos do Ciro para Bolsonaro. Ciro vinha desde 2016 se apresentando como uma alternativa ao PT pela esquerda, mas se colocou como linha auxiliar do bolsonarismo. Esse foi o ponto mais negativo. Ele acabou melancolicamente: conquistou 3% dos votos válidos, muito atrás do que ele teve em 2018. Ciro sai desta eleição muito menor do que entrou.

Agora, ele prestou um desserviço à democracia brasileira porque a lógica eleitoral diz que ele deveria ter concentrado “seu fogo” no segundo colocado e não no primeiro. Mas ele não fez isso. Ele alimentou o antipetismo e isso foi ruim porque deu mais votos para Bolsonaro. Agora, ele vai dizer que apoia o Lula? Acho difícil e também, a essa altura, não vai fazer muita diferença. Quem é crucial agora é a senadora Simone Tebet. No domingo, ela disse que não iria ficar omissa, ou seja, vai tomar uma posição e, pelo histórico dela na comissão da Covid-19, estou confiante que ela vai apoiar o presidente Lula.

De outro lado, as eleições para o Congresso e o Senado foram um desastre. Os senadores eleitos claramente representam o bolsonarismo e a extrema-direita e não têm compromisso com a democracia. Veem a democracia apenas como um instrumento para a tomada do poder e a implementação, pela força, dos seus valores. Vimos isso no Senado, na Câmara dos Deputados e no caso de alguns governadores.

O ponto mais negativo da eleição foi a transferência de votos do Ciro para Bolsonaro – José Luis Oreiro Tweet

IHU – Quais as perspectivas de futuro que emergem a partir do resultado das urnas?

José Luis Oreiro – Aposto na vitória do presidente Lula e, no pior cenário, em uma reprodução das eleições de 2014, isto é, 52% a 48%. Não vai ser uma vitória muito expressiva, mas vai ser uma vitória. Isso vai acontecer.

Os senadores eleitos representam o bolsonarismo e a extrema-direita e não têm compromisso com a democracia – José Luis Oreiro Tweet

IHU – Quais serão os desafios em torno da governabilidade, caso esse cenário se confirme?

José Luis Oreiro – Uma vez o presidente ganhando, tem os partidos do centrão que não são ideológicos e querem estar com o governo. Então, ele vai ter que fazer a política de sempre com o centrão. Isso é um dado.

O lado positivo é que sabemos que o ex-presidente Lula é um político experimentado e sabe negociar. O lado negativo é que talvez não dê para acabar com o orçamento secreto e essas coisas porque praticamente estaria sendo pedido para o pessoal do centrão cometer suicídio e eles não vão querer cometer suicídio. Então, realisticamente esse é o jogo que Lula vai ter que jogar.

O Ministério da Fazenda vai ser ocupado por alguém do mercado financeiro ou alguém que tenha ligação com o mercado financeiro – José Luis Oreiro Tweet

IHU – Como avalia o aceno entre Henrique Meirelles e o ex-presidente Lula nos últimos dias e a especulação em torno do nome do ex-ministro para ocupar o Ministério da Fazenda, num possível novo governo Lula? O que esse movimento pode indicar sobre os rumos da economia brasileira no próximo ano?

José Luis Oreiro – O Ministério da Fazenda vai ser ocupado por alguém do mercado financeiro ou alguém que tenha ligação com o mercado financeiro. Não precisa ser alguém do mercado financeiro, ou seja, não estou dizendo que vai ser o Meirelles, até porque ele já tem uma certa idade e esse não é um ministério light. Mas já adianto que o presidente deve desmembrar o Ministério da Economia em Ministério da Fazenda, Ministério do Planejamento e Ministério do Desenvolvimento, Indústria e Comércio Exterior. O ministro da Fazenda vai repetir o que foi feito no primeiro mandato do governo Lula, ou seja, vai ser alguém mais ortodoxo, mas vai ter um contraponto no Ministério do Planejamento. Sobre o Ministério do Desenvolvimento, Indústria e Comércio Exterior, não sei se ele vai entregar para um político ou se vai colocar algum desenvolvimentista, que seria o ideal para sinalizar de maneira clara que, sem romper com a ortodoxia financeira e a responsabilidade fiscal, o governo está comprometido com o desenvolvimento econômico.

IHU – Quais serão os desafios em termos de retomada da economia, considerando o atual quadro de aumento da pobreza e toda a crítica que a esquerda faz ao mercado financeiro e à financeirização da economia?

José Luis Oreiro – A última coisa que Lula vai precisar no início do ano que vem é de turbulência nos mercados financeiros. Então, ele vai ter que fazer o seguinte malabarismo: tirar o teto de gastos porque com ele é impossível fazer qualquer política econômica, de assistência social e de industrialização no país hoje, mas o teto de gastos tem que ser retirado de uma maneira que se coloque alguma outra regra fiscal que dê credibilidade ao governo de que a relação dívida pública/PIB não vai explodir no médio e longo prazo. Então, vai ter que haver uma conversa muito bem feita com as instituições do mercado financeiro para que não se imploda o governo nos primeiros meses. Esse é o principal desafio. Repito: o teto de gastos tem que sair, mas alguma coisa tem que ser posta no lugar.

Clique para acessar o IHUOnlineEdicao468.pdf

IHU – Somente a retirada do teto de gastos é suficiente para resolver os problemas relativos ao aumento da fome, da pobreza, da falta de moradia, da desindustrialização que perdura mais de 20 anos?

José Luis Oreiro – Se retirar o teto de gastos e colocar no lugar uma regra fiscal que dê ao governo, no curto prazo, a flexibilidade para aumentar os seus gastos, sem que isso seja visto como algo que vai levar, lá na frente, a uma implosão da dívida pública, nós conseguiremos endereçar essa questão de maneira tranquila. O problema é tirar o teto de gastos, aumentar os gastos com assistência social – que precisam ser aumentados para recompor parte do orçamento que foi zerado no fim do ano pelo ministro Paulo Guedes – e aumentar o investimento público, sem dar ao mercado uma garantia de que a dívida pública não vai explodir. Esse é o ponto.

Não há nenhum problema, tirando meia dúzia de radicais que sempre vão falar contra, de explicar que é preciso aumentar os gastos por conta da situação social do país, que é muito ruim, e também é preciso aumentar o investimento em infraestrutura, porque sem isso o Brasil não volta a crescer, mas estabelecer uma regra que garantirá que, no médio e longo prazo, a relação dívida pública/PIB vai se estabilizar e tenderá a cair.

É esse tipo de discurso que os americanos chamam de “meio-termo” – não é nem o austericídio fiscal nem a “porra-louquice”. Tem que haver um equilíbrio entre essas duas coisas. Isso precisa ser não só bem desenhado, mas bem comunicado e negociado.

Clique para acessar o IHUOnlineEdicao218.pdf

IHU – O que isso significa em termos do que precisa ser diferente ou semelhante num eventual novo governo Lula em relação às políticas que foram adotadas nos outros mandatos do ex-presidente?

José Luis Oreiro – Em primeiro lugar, vai haver uma retomada do investimento público no Brasil. Em segundo, o papel do Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social – BNDES como banco de desenvolvimento vai ser resgatado. Ele foi escanteado pelo governo Temer e quase destruído pelo governo Bolsonaro, mas vai voltar a ser importante. Vamos ter políticas de assistência social que realmente funcionem.

Quando comparamos o Bolsa Família e o Auxílio Brasil, percebemos que o Bolsa Família era mais bem desenhado do que o Auxílio Brasil e tinha contrapartidas, quer dizer, as famílias beneficiadas tinham que manter as crianças na escola, tinham que mostrar atestado de vacinação etc. Não se trata apenas de dar o dinheiro, mas de construir e fazer uma porta de saída para o programa, que consiste em dar aos filhos dessas pessoas pobres as condições para eles entrarem de maneira produtiva no mercado de trabalho. Isso só é possível com educação, vacinação e alimentação adequada. Então, essa sempre foi a ideia do Bolsa Família, um programa barato, eficiente e eficaz que sempre foi elogiado em outros países do mundo.

Bolsonaro obteve um voto fundamentalmente religioso, que expressa a força das igrejas neopentecostais – José Luis Oreiro Tweet

IHU – Do ponto de vista econômico, o que significa a reeleição do presidente Bolsonaro para o país?

José Luis Oreiro – O projeto do Bolsonaro e do Guedes, porque não consigo dissociar uma pessoa da outra, é o “projeto fazendão”, ou seja, quer transformar o Brasil em uma grande fazenda de soja, de frango, uma mina a céu aberto. O que Guedes disse em uma live, “que temos que privatizar as praias”, é exatamente a lógica do saque do Brasil para os estrangeiros. Essa é a lógica. Guedes não pensa em criar riqueza. Ele quer transferir a riqueza que existe no Brasil para o estrangeiro. É isso que representa, em termos econômicos, a reeleição de Bolsonaro. Portanto, Bolsonaro é a antítese do que ele prega para os seus convertidos. Seus convertidos ficam usando a bandeira do Brasil como se nacionalistas fossem. Pelo contrário, Bolsonaro é o presidente mais antinacionalista da história do Brasil. Ele sente um ódio profundo pelo Brasil, mas as pessoas não percebem isso. Ele tanto odeia o Brasil que bate continência para a bandeira dos EUA. Onde já se viu um presidente do Brasil bater continência para a bandeira de qualquer outro país do mundo? Isso não existe. Isso fere completamente o protocolo da Presidência da República.

IHU – Do ponto de vista econômico, o que significa outro mandato do ex-presidente Lula?

José Luis Oreiro – A eleição do ex-presidente Lula, em termos políticos, significa a vitória da civilização contra a barbárie. Em termos econômicos, significa uma chance de retomarmos a trajetória de desenvolvimento econômico. Se vamos conseguir ou não, não sei, mas é uma chance porque, com Bolsonaro, tenho certeza que não vamos ter desenvolvimento.

Em termos econômicos, a eleição do ex-presidente Lula significa uma chance de retomarmos a trajetória de desenvolvimento econômico – José Luis Oreiro Tweet

IHU – Em que sentido o senhor vislumbra algo diferente em um novo governo Lula, uma vez que houve uma clara opção pelo agronegócio brasileiro nos governos petistas, setor que enriqueceu muitíssimo, juntamente com as empresas consideradas à época “gigantes nacionais”? O que significa a possibilidade de retomada da trajetória do desenvolvimento econômico daqui para frente? O que seria distintivo do governo Lula em relação a ele próprio no passado e o que é feito hoje no governo Bolsonaro?

José Luis Oreiro – Conversei com [Aloizio] Mercadante umas duas vezes e me pareceu que a equipe econômica do PT tem consciência da necessidade da reindustrialização da economia brasileira e que o vetor da reindustrialização seria pela retomada do investimento público, principalmente, visando também a descarbonização da economia. Então, me parece que eles estão conscientes da necessidade da reindustrialização.

IHU – Concretamente, a reindustrialização seria uma aposta em um Programa de Aceleração do Crescimento – PAC-2 sustentável?

José Luis Oreiro – Não sei se um PAC-2. Talvez seria melhor um Plano de Metas à la Juscelino Kubitschek. Então, acho que a equipe econômica tem essa ideia na cabeça. Agora, se vão conseguir implementar ou implementar de maneira correta, aí é outra história, porque vai depender de costura política.

Posts

outubro 2022
S T Q Q S S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31  
« set   nov »

Arquivos do Blog

Blogs que sigo

  • Paulo Gala
  • Reação Nacional
  • amandagrdeassis
  • PROFESSOR WILIAM RANGEL
  • O Barômetro - A Economia sob Pressão
  • O Meio e o Si
  • Sidewalk Essays
  • José Luis Oreiro
  • WordPress.com

Minha página no Facebook

Minha página no Facebook

Estatísticas do Site

  • 958.319 hits

Blogroll

  • Associação Nacional dos Centros de Pós-Graduação em Economia – ANPEC
  • Association for Heterodox Economics
  • Blog do Desemprego Zero
  • Blog do Grupo de Pesquisa "Macroeconomia Estruturalista do Desenvolvimento"
  • Blog do Thomas Palley
  • CEPAL
  • Departamento de Economia da UMKC
  • Fundação konrad Adenauer
  • Globalidades
  • Grupo de Estudos de Dinâmica Econômica Evolucionária
  • Grupo de Estudos de Economia e Complexidade
  • Grupo de Estudos de Moeda e Sistema Financeiro
  • Instituto de Economia da Universidade de Campinas
  • Instituto de Economia da Universidade Federal do Rio de Janeiro
  • Instituto para Estudos do Desenvolvimento Industrial (IEDI
  • Nobel Laureates in Economics
  • Página da Metroeconomica
  • Página da Revista de Economia Contemporânea
  • Página da Revista de Economia Política
  • Página da Revista Economia e Sociedade (Unicamp)
  • Página da Revista Nova Economia
  • Página da Sociedade Brasileira de Economia Política
  • Página de Anthony Thirwall
  • Página de Jan Kregel
  • Página de Joseph Stiglitz – Prêmio Nobel de Economia
  • Página de Lance Taylor
  • Página de Luigi Pasinetti
  • Página de Paul Davidson
  • Página do Boletim Economia & Tecnologia – UFPR
  • Página do Cambridge Journal of Economics
  • Página do departamento de economia da Universidade de Brasília
  • Página do Journal of Post Keynesian Economics
  • Página do Levy Economics Institute
  • Página do Mark Setterfield
  • Página pessoal de Amit Bhaduri
  • Página pessoal de Amitava Dutt
  • Página pessoal de Fernando Ferrari Filho
  • Página pessoal de Gilberto Tadeu Lima
  • Página pessoal de José Luis Oreiro
  • Página pessoal de Luiz Carlos Bresser-Pereira
  • Pós-Graduação em Economia da Universidade Federal de Viçosa
  • Portal Rumos do Brasil
  • Post Keynesian Economics Study Group
  • Reação Nacional
  • Real-World Economics Review Blog
  • Top Brazilian Economists – REPEC
  • Valor Econômico
  • WordPress.com

Tags mais usados

"nova ordem" A crise da economia brasileira A Grande Crise Brasileira Ajuste fiscal Ajuste Fiscal no Brasil Ajuste fiscal possível Associação Keynesiana Brasileira Bresser-Pereira Ciro Gomes Consolidação fiscal controles de capitais Copom Corecon-DF Crise do Coronavírus Crise do Euro Crise do Governo Dilma Rouseff Crise Econômica no Brasil Crítica ao governo Dilma Rouseff crítica ao governo Temer Crítica ao social-desenvolvimentismo Câmbio sobre-valorizado Debate Macroeconômico Desenvolvimentismo inconsistente Desequilíbrio externo Desindusitralização desindustrialização economia brasileira Economia Pós-Keynesiana eficácia da política monetária Eleições 2018 Eleições 2022 Erros de Paulo Guedes Erros do Banco Central do Brasil Espanha Estagnação secular no Brasil Estratégia Neo-atrasista Estratégias de Desenvolvimento Fim do teto de gastos Fiscalismo suicida Governo Dilma Rouseff Governo Michel Temer Governo Temer Helder Lara Ferreira Filho Herr Bolsonaro inflação john maynard keynes José Luis Oreiro José Lus Oreiro José Serra Lançamento do livro "Macroeconomia do Desenvolvimento" Macroeconomia do desenvolvimento Macroeconomia Estruturalista do Desenvolvimento Metas de Inflação Nova recessão a vista? novo-desenvolvimentismo Oreiro Os erros de Paulo Guedes Paulo Guedes PEC 241 Política macroeconômica do governo Dilma Rouseff política monetária Política Monetária no Brasil Populismo latino-americano Problema dos juros no Brasil proposta para os pré-candidatos a Presidencia da República Reforma da Previdência Regra de Ouro Samuel Pessoa Semi-estagnação da economia brasileira Seminários Acadêmicos de Economia Senado Federal Sobre-valorização cambial taxa de câmbio Taxa de juros Taxa real de câmbio

Crie um website ou blog gratuito no WordPress.com.

Paulo Gala

Graduado em Economia pela FEA-USP. Mestre e Doutor em Economia pela Fundação Getúlio Vargas em São Paulo. Foi pesquisador visitante nas Universidades de Cambridge UK e Columbia NY. Foi economista, gestor de fundos e CEO em instituições do mercado financeiro em São Paulo. É professor de economia na FGV-SP desde 2002. Brasil, uma economia que não aprende é seu último livro. Conselheiro da FIESP e Economista-chefe do Banco Master

Reação Nacional

Uma alternativa Trabalhista Cristã

amandagrdeassis

PROFESSOR WILIAM RANGEL

"A família é base da sociedade e o lugar onde as pessoas aprendem pela primeira vez os valores que lhes guiam durante toda sua vida". (Beato João Paulo II)

O Barômetro - A Economia sob Pressão

Espaço de reflexão crítica sobre economia e política

O Meio e o Si

Seu blog de variedades, do trivial ao existencial.

Sidewalk Essays

brand new stuff, fresh ideas

José Luis Oreiro

Economia, Opinião e Atualidades

WordPress.com

WordPress.com is the best place for your personal blog or business site.

Privacidade e cookies: Esse site utiliza cookies. Ao continuar a usar este site, você concorda com seu uso.
Para saber mais, inclusive sobre como controlar os cookies, consulte aqui: Política de cookies
  • Seguir Seguindo
    • José Luis Oreiro
    • Junte-se a 456 outros seguidores
    • Já tem uma conta do WordPress.com? Faça login agora.
    • José Luis Oreiro
    • Personalizar
    • Seguir Seguindo
    • Registre-se
    • Fazer login
    • Denunciar este conteúdo
    • Visualizar site no Leitor
    • Gerenciar assinaturas
    • Esconder esta barra
 

Carregando comentários...